De alternativas, heterodoxias, y otras disidencias.

lunes, 4 de enero de 2010

AGORAfilia y AGORAfobia (9): Hipatia no era feminista

Que Hipatia fuese víctima, entre otras cosas, de un fanatismo machista, tal como aparece en la película de Amenábar, no significa ni mucho menos que ella fuese feminista, esto es, defensora o reivindicadora de los derechos de otra mujer que no fuese ella misma. De hecho, en su selecto círculo de alumnos es significativo que no figure ni una sola mujer. Y no es porque entonces fuese insólita la presencia femenina en los círculos filosóficos. Por el contrario: aunque desconocemos los nombres de la mayoría de ellas, "la era neoplatónica produce un gran número de mujeres consagradas a la filosofía" (DZIELSKA 2006:127). Sosipatra, Asclepigenia y Edesia son, junto con Hipatia, algunos de los pocos nombres que han llegado hasta nosotros. La cuestión es por qué la filósofa de más renombre en la Alejandría de finales del siglo IV excluye a las mujeres de su círculo.

Por otro lado, tenemos el impactante episodio del paño menstrual, que aparece en la película, y que relata así la enciclopedia Suda:

"Era tan bella y bien parecida que uno de los que asistían a sus conferencias se enamoró de ella. Como era incapaz de controlar su deseo, le mostró un signo de su condición. Fuentes no fidedignas dicen que Hipatia intentó curarle su enfermedad mediante la música, pero la verdad es que la música no tuvo ningún efecto. [En realidad] ella trajo algunos de sus paños de mujeres [menstruales] y los arrojó delante de él, mostrándoselos como un signo su origen impuro, y dijo: Esto es lo que amas, joven, y no hay nada hermoso en ello. Su alma sintió tal rechazo y vergüenza ante una sorpresa tan desagradable a la vista, que recobró la prudencia".

Si el suceso tiene algún fundamento, la verdad es que no parece que Hipatia se sintiese muy orgullosa de su condición de mujer... O, cuando menos, parece que compartía la aversión platónica -y claramente androcéntrica- por las cuestiones relativas a la generación.

Sin embargo, el nombre y la historia de Hipatia no dejan de suscitar interés entre los círculos feministas. Hay al menos dos publicaciones académicas feministas con su nombre: una publicada en Atenas desde 1984, Hypatia: Feminist Studies, y la otra en la Universidad de Indiana desde 1986, Hypatia: A Journal of Feminist Philosophy. Precisamente en esta última revista, Ursula Molinaro publicaba en 1989 su apasionado artículo "A christian Martyr in Reverse: Hypatia". No he podido hacerme con el artículo, entre otras cosas porque la web que supuestamente te lo ofrece on-line lo hace sólo durante 24 horas y por el módico precio de 34$... (y luego llaman piratas a los que comparten archivos... yo llamaría ladrones a los que nos roban la información o pretenden lucrarse con ella). Me guío, pues, de los buenos resúmenes que nos ofrecen María Dzielska (op. cit., pp. 30-31) y Amalia González (Hipatia, Ediciones del Orto, Madrid 2002; pp. 61-62). Citaré in extenso este último, por ser el más conciso:

“Ursula Molinaro, novelando su figura, recrea una imagen de Hipatia tan experta en ciencia y filosofía como en cuestiones eróticas. Para ella el asesinato de Hipatia representa no sólo el fin de la racionalidad, sino el fin de la libertad de las mujeres. Hipatia, en esta semblanza, estaba casada con el filósofo Isidoro, cuestión que no impedía que tuviese otras relaciones amorosas sabidas y consentidas por su marido. Con Hipatia, a decir de Molinaro, muere la libertad de las mujeres, tanto en el ámbito del pensar como en el sexual. Hipatia era superior intelectualmente tanto a su padre como a su marido. Por otro lado, la relación con Orestes era una relación amorosa. Así el patriarca Cirilo, en versión de Molinaro, no sólo tiene envidia por la influencia que Hipatia ejercía en Alejandría, por los adeptos que le pudiesen ser restados, sino que estaba indignado por su adúltera conducta. Hipatia representaría en este caso no sólo la muerte de la cultura griega, sino del pensamiento libre para las mujeres y la iniciación en el camino de la sumisión cristiana”.

De un plumazo hemos pasado de una virgen que rechaza a sus amantes de la forma más drástica a una mujer con "muchas amistades amorosas", que escandaliza a Cirilo, no tanto por su sabiduría o influencia política, como por su "conducta adúltera". Ante tal derroche de imaginación, no es de extrañar el juicio que hace Dzielska:

"Gracias a sus arbitrariedades, invenciones y cambios, el texto de Molinaro llega considerablemente más lejos que todas las mitificaciones anteriores que se han propuesto justificar, recurriendo a Hipatia, distintas perspectivas sobre la historia, la religión y la Antigüedad griega".

Pero no queda aquí la cosa, pues en 1993 Gemma Beretta publica Ipazia d'Alessandria (Editori Riuniti, Roma), donde aparecen algunas apreciaciones tan desmesuradas como estas:

“Hipatia, la virgen justa que retorna al mundo, es la muerte del patriarcado”.
“Su palabra y su cuerpo son el desmentido viviente –encarnado– de toda la estructura ideológica que los Padres de la Iglesia han construido para dar legitimidad a su poder”.
“Con Hipatia y en Hipatia es el principio femenino del mundo, la Gran Diosa, quien es sacrificada”


Las citas las recoge Carlos García Gual, en su artículo "El asesinato de Hipatia. Una interpretación feminista y una ficción romántica".

La conclusión de todo esto es que va siendo imprescindible contar con una edición asequible de las fuentes documentales primarias sobre Hipatia, para saber exactamente lo que dijeron de ella los pocos que la mentaron en la Antigüedad, y así poder juzgar hasta donde llega la leyenda. En breve estará a punto la edición y traducción de tales fuentes que estoy preparando para que esté disponible en este blog.

1 comentario:

  1. Qué tal Petros? Ya veo que te has animado a publicar tus extensos conocimientos, enhorabuena!
    Te deseo éxito en tu andadura virtual, intentaré seguirte por estos mundos, aunque no me decores tantas palabras con alguna imagen que las anime!! jeje.
    Bienvenido a la red, y un beso para all the family.
    Feliz todo!
    Lola.

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Filósofo, poeta, y antropólogo un tanto misántropo